Juan Carlos Malagón Águila escribió este texto para el Diario 16  (Burgos).

«Sus marinas muestran ese bullicio propicio de todo puerto industrial. Plumas de carga, muelles y barcos pesqueros componen la arquitectura de sus pinturas.

Una atmósfera densa y grisácea envuelve todo este trajín del puerto. Los barcos, que aparecen gran número de ellos en las obras de Aldama, parecen tener identidad propia; su quietud e imperturbabilidad contrasta con el bullicio y trajín que se adivina en el muelle.

En definitiva, Antonio Aldama, sabe reflejar perfectamente esa luz independiente del objeto y esas sensaciones cromáticas que componen el paisaje marino, característico de las costas de Vizcaya.

El impresionismo de Aldama adquiere su máxima dimensión en los reflejos de las aguas del mar, donde descompone sabiamente el objeto reflejado o la figuración, llegando casi a una abstracción de la forma».